Dos almas....

Un sabado sale el con ninguna intencion, es solo pasar el rato; ella no esta muy arreglada, ambos se encuentran, en la tierra, ambos, han sufrido, ambos han querido, ambos se sienten solos, se dan un beso en la mejilla. El deseo no existe en ese momento, solo la necesidad de compañia, nada mas. Y por mas que ambos sepan que no es lo correcto, se enfrascan en una competencia, para ver, quien prevalecera al final.

El primero cuenta con tristesa sus historias, ella las escucha atenta, como si sintiera en el fondo que le importa, pasado un tiempo los papeles se invierten, y comiensan tocarse las eridas, y a abrir las sicatrices, no importa solo necesitaban compañia. El primero la lleva a lugares que nunca penso viajar; ella le regala las sonrrisas y el sociego de su desconocimiento. Bajo la luz d una vela, se hacen mas faciles los viajes. En el fondo los dos piensan que estan jugando con fuego.

El primero suspira por quien no lo espera, ella aborrece a quien la dejo; los dos estan emfrascados en un torbellino de ideas, decepcciones y padecimientos. Era imposible pensar que de alli naceria el deseo. Esa palabra que nunca paso por sus mentes al inicio, es ahora el centro de sus pensamientos, deseo, que es impulsado, por el elixir de la alegria, que no hara mas que juntar esas dos almas.

Las horas pasan, y la pasion desborda, sus labios timidamente se tocan, casi sin pensarlo, comiensan a intentar remendar, esos lasos del pasado, uniendo piezas que aveces no existen, recurriendo a mentiras inclusive. Las horas pasan sin remedio, la pasion y el deseo terminan por fundir sus almas, en una marea interminable de besos y caricias, se combierten en amantes al fin, y llenar sus deseos de compañia.

Llega la mañana, el sol anuncia el fin de la noche, ellos se niegan a separarse, pero ya no queda pasion, y el deseo se lo llevo la noche, la marea se calmo, ambos se separan dejando una parte de si en el otro, y ali terminan su encuentro esas dos almas, con un beso en la mejilla se despiden, el que suspira por quien no lo espera, y ella la del corazon partido