Sueña esa tinta que recorre mi piel, traducida por mi madre en dolor y habladurías, solo dan como resultado, que aun queda fluido debajo de las marcas. Ese ruido solo alimenta la ira en mi contra, aquel dulce sonido que alimenta mis nervios; sin percatarme que en mi esta su origen; solo es combustible explosivo para mis armas de destrucción masiva.
Apelo a su juicio una vez mas, tal vez ya este demasiado envenenado, esa auto destructiva conducta, terminaría por inundar de odio sus entrañas. Llenaría de humo sus pulmones, para luego hervir su sangre en el limbo. Despertar cada día seria una tortura hasta que nuevamente se le haga costumbre. Es posible que algún día recoja todos sus pedazos, parta una tarde en un viaje infinito, siempre de espaldas al sol.
Lo que es solo una mirada lo cambiara, lo que sigue quedara escrito en su corazón o marcado en su piel... para siempre...
