martes, 25 de septiembre de 2012

Yo soy de marte y tu de venus



Tu tan cerca del sol llena de vida y sueños, yo tan frió rojo y desértico como un alma en el averno, así fue que a mitad de camino nos encontramos en la tierra, yo solo en busca de calor, tu para llenar de vida tu entorno. Allí en ese planeta en esa ciudad, me acostumbre, allí encuentro esa mezcla de necesidad y desesperación, siempre con esa necesidad de buscar ese calor, incontables ocasiones creí haberlo encontrado, no resulto mas que en un frustrado intento;  En muy pocas encontré alguno que fue para mi, El miedo, la juventud, la desesperación terminaron por extinguir esa llama en ellas.

Un día en el que deje de lado esa búsqueda ya en otra ciudad, apareciste en mi camino, ya en ese entonces era un ente sobreviviente mas, hice cosas malas, de algunas me arrepiento, de otras quisa no tanto, te vi un par de veces, aquellos ojos, miraban dentro de mi alma con curiosidad, como hurgando en mis entrañas a aquel niño del colegio. Yo miraba dentro tuyo y no había llama quisa se extinguió con alguien hace tiempo, todos pecamos en nuestras vidas.

Un día deje mi ciudad, solo para verte, para encender esa llama, no dejaría pasar la oportunidad de conocerte mas, y fue así que poco a poco comencé a ver en en ti esa luz, ese calor, con el que llenas mi alma, al poco tiempo volví a sonreír como aquel niño que dice que viste una vez.

En esa incomprensible alquimia es que intercambiamos nuestros seres, tu encontraste a ese niño del colegio, y yo encendí la llama en ti, desde aquel día, no he dejado de arder para mi, cada configuración, sobre salto y respiración me llevan a ti, tanto que mis cálculos sobrepasan la razón. No necesito lógica para decirte cada día que te amo no; necesito un intercambio equivalente, hace tiempo que te entregue todo...

domingo, 9 de septiembre de 2012

Ira



Como unas cuantas palabras hieren tanto, como es que este silencio siga su curso, como entretengo mi mente, como evito este insomnio. Y es así que una vez mas, inunda mis venas, como mezclar el carmesí con ácido corrosivo, llega hasta la ultima célula de mis entrañas, ese veneno que por poco llega a mis labios, que solo contengo callando. Es extraño pensar que hace algunos años, hubiera procedido de la mas retorcida forma, forzando mis habilidades al limite, para llenarte de ella.

Descanso mi mente de forma incoherente, siempre buscando el sueño adormecedor, evitando tener recuerdos al siguiente día; al final con harto trabajo y preocupaciones evito pensar. De hacerlo, solo imágenes de soledad regresan a mi cabeza, siempre esperando alguna señal o alineamiento planetario que me indique que todo esta bien.

No entiendo lo que pasa, me duele el cuerpo; solo un poco hasta el alma, probablemente sea el exceso de trabajo y el insomnio, ya no quiero pensar es suficiente por hoy.